Un México de injusticia y sin acojo,
Donde ni la voz más fuerte es escuchada,
Donde el rico hace todo a su antojo
Y la opinión del débil es acribillada.
Donde el amor es una puerta con cerrojo
Y el odio, es la pasión más deseada.
Donde la muerte observa de reojo
Porque hoy se encuentra desinteresada.
Don Porfirio manda cauteloso a su pueblo flojo,
Con palabra de injusticia pintada.
EL pueblo no está conforme con el despojo
Que su nuevo dueño alienta en cada madrugada.
La ira se esparce como epidemia en desalojo
Y el miedo del pueblo crece sin frontera acautelada.
La maldita muerte continúa riéndose sin sonrojo
Porque le vale madres las almas con libertad enjaulada.
Levántese en armas contra el dueño ¡Píntenlo de rojo!
Hoy hermano, recupera su dignidad desanimada.
Levante su corazón patrio, ¡recupere el enojo!
Porque es hora de convertirse en bestia desalmada.
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